En 2012 bajo el gobierno del Partido Popular, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas Cristóbal Montoro anunció una nueva amnistía fiscal para bienes no declarados, incluyendo activos escondidos en paraísos fiscales y dinero en efectivo. [2] La repatriación se permitió mediante el pago de un impuesto del 10 por ciento, sin sanción penal. [3]
Esta amnistía fiscal en España se ha denominado técnicamente «regularización extraordinaria», y también «declaración tributaria especial». [4] [5] La amnistía hizo aflorar 40.000 millones de euros no declarados de los que se obtuvieron 1.700 para la Hacienda Pública. A la amnistía se acogieron varias personas de la vida pública española como Rodrigo Rato, Luis Bárcenas, varios hijos de Jordi Pujol, José Ángel Fernández Villa, Fernando Martín Álvarez o Diego Torres Pérez. [6] Aparte de esto la Agencia Tributaria elaboró ??una lista no publicada con 700 personas "expuestas políticamente" y que incluye altos cargos, que se acogieron a la amnistía de 2012 y que están siendo investigados sobre la procedencia de los fondos que no habían sido declarados. Esta lista fue remitida al Servicio Ejecutivo de Prevención y Blanqueo de Capitales para la investigación de los sospechosos. [7]
En 2017 una sentencia del Tribunal Constitucional consideró inconstitucional el instrumento normativo de esta amnistía fiscal al tiempo que avala la regularización, sin que haya ninguna consecuencia. [8]
Hacienda abrió la puerta a la regularización blanda. Los evasores sólo tenían que pagar el 10% de las cantidades defraudadas por quedar limpios. Sin embargo, la medida no era suficientemente atractiva para los contribuyentes y el Gobierno tuvo que suavizar aún más. Permitió regularizar pagando sólo por los rendimientos no prescritos, los últimos cuatro años. Y provocó que los afectados sólo tuvieran que pagar el 3% del total de las cantidades eludidas b> para quedar en regla con el fisco, sin necesidad de pagar intereses de demora, ni recargos adicionales por no haber liquidado cuando les correspondía. Además, el Gobierno les ofreció cierta seguridad al blindar los evasores de investigaciones penales para regularizar el dinero oculto.
alrededor de 2.800 millones de euros fueron "perdonados" los amnistiados, al permitirles tributar de media a un tipo de interés del 3%, en lugar del 10% previsto por la ley.
El Gobierno del ministro Montoro esperaba recaudar con esta idea genial 2.500 millones de euros. La cifra real no llegó a la mitad. Hacienda se llevó sólo 1.191 millones de los 40.000 millones de euros que se regularizaron con la amnistía fiscal. |