España y Malta son los dos únicos países miembros de la Unión Europea (UE) que no han tenido nunca un gobierno de coalición. Desde las democracias más antiguas, como el Reino Unido -con un sistema político creado para favorecer el bipartidisme- o Bélgica, hasta las más recientes tras la disolución de la Unión Soviética, como Croacia o Lituania, han priorizado pactos y acuerdos de gobierno cuando han sido necesarios.
Actualmente, dos tercios de los estados miembros de la UE están gobernados por ejecutivos de más de un partido: son 19 de 28 estados. Sólo nueve países están dirigidos en solitario: Dinamarca, Irlanda, Reino Unido, Grecia, España, Portugal, Chipre, Malta y Rumanía.
"En España, pactar se ve como un signo de debilidad política; en Europa, como un de fortaleza ". Jordi Matas, catedrático en ciencias políticas de la Universidad de Barcelona y director del Observatorio de los Gobiernos de Coalición, considera que la cultura política española explica la tardanza en hacer llegar un gobierno de coalición en la Moncloa. Matas subraya que en Europa reina la "cultura del pacto" desde la Segunda Guerra Mundial, cuando los estados "trabajar codo a codo para reponerse después del conflicto bélico". En Europa, pactar es un "bien del sistema".
Contrariamente, España está regida por una cultura política que proviene de la larga dictadura franquista y del posterior bipartidismo entre el PP y el PSOE. "España entiende el acuerdo como un chantaje", apunta Matas. El hecho de que siempre se hayan dado situaciones mayoritarias determina una élite política que es "reticente al pacto". |